La Fulana Soledad

- Publicado por: Alberto Ramos Yáñez
Hace un tiempo que vino a mi...
La fulana Soledad.
Llegó a mis puertas y pidió auspicio
Y claro... la vi tan desamparada y vulnerable
Que no pude negarme a darle hospedaje en mi casa.
Poco a poco, con mis atenciones fue mejorando
Cada día parecía estar mejor y más fuerte
En verdad “La fulana Soledad” estaba en franca mejoría
Así... pasó cerca de un año.
Hoy, está totalmente instalada en casa
Se ha adueñado de mi tiempo, de mi espacio, de mi intimidad...
Y a veces por las noches
Me trata de sorprender con su melancolía barata.
Esto ya es demasiado...
No puedo seguir dejándome contagiar por la “Soledad”.
Así que le pediré que se marche
Que ya no puedo tenerla en mi casa
Ha abusado bastante de mi hospitalidad...
No... ¿cómo habré de echarla?
Anoche que estaba dispuesto a hablar enérgicamente,
Llego a casa tan mal...
Llegó preñada de esperanza.