Deseo


Deseo

Esta mañana desperté deseándote, esta y la anterior y antes de la anterior. Mis manos quisieron abrazarse a tu pecho desnudo, tupido de vello, sobre el cual mi rostro se acariciaba descansando, mientras mi boca depositaba tiernos y cálidos besos. 


Mis dedos quisieron perderse en tu cabello rizado y mi nariz percibir el aroma de tu humor, una vez mezclado con el mío y los olores de nuestros sexos ya saciados. 


Mis piernas entrelazarse con las tuyas y mis muslos acariciar tus nalgas desnudas, recorrerlas y volver al punto de inicio sobre las corvas de tus rodillas. Mi cadera buscaba el calor de tu pelvis, jugaba a acariciar tu pubis con el mío, a despertar tu calor y tu pasión que permanecía lánguida e inmóvil sobre las sábanas. 


Mis pies deseaban seducirte, acariciarte por completo y recorrerte de punta a punta. Mis labios se perdían en tu nuca y mi lengua buscaba esconderse ansiosa dentro de tu boca, para anidar en ella dejándote impregnado de mi sabor. 


Una vez que mi cuerpo te recorrió y que tus ojos se abrieron para observar mi labor, quise sentir tu aliento sobre mi pecho, quise que tu boca se posara sobre la firmeza de mis pezones, y que la firmeza que aguardaba entre tus muslos se refugiara entre los míos. Que tus labios, acompañados de su espesa saliva los disfrutara, los bebiera y acariciara. Que en lugar de llamarme por mi nombre tus palabras se ahogaran sobre mis senos, como tu pene se ahogaba en mis entrañas, como mi vulva se ahogaba con tu semen, y como mi amor se ahoga en mi llanto cada mañana, que al despertar igual que hoy, no te encuentro.


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